Santo Domingo (Agencia Fides) – “Tu Palabra, Luz para los pueblos” es el tema escogido para la 83ma Jornada Mundial de las Misiones que se celebrará en República Dominicana el próximo 18 de octubre. Como se lee en el boletín difundido para la ocasión por las Obras misionarias Pontificias (POM) del país, “la misión de la Iglesia compromete a todos los bautizados a ser luz que aumente hasta el punto de iluminar los corazones de todos los hombres y mujeres del mundo”. De este modo, “todas las naciones de la tierra caminarán guiadas por la luz de Cristo”; pero se puede ser luz “sólo practicando la Palabra”. De aquí el tema escogido, sin olvidar que “el discípulo misionero ha de sentir el ansia y la pasión por iluminar a todos los pueblos”, como afirma Benedicto XVI en su Mensaje.
“La manera tradicional de misionar – escribe el Director Nacional de las POM dominicanas, P. Julio Martín Castillo Mejía – necesita ser impregnada de esa ansia y ese ardor misioneros” presentes entre otras características “en todo joven que se acerca a Cristo para conocerlo”. Y si se mantiene unido a Cristo, “el ansia y la pasión por misionar nunca desaparecerán”. A través de la puesta en práctica de la palabra, la Iglesia misionera se convierte en “luz para las naciones, incluso hasta el martirio” como testimonio el Crucifijo, que “es expresión de la fe, del amor y de la esperanza anticipada”. Efectivamente, a partir de la cruz “la Iglesia debe contagiar de esperanza a todos los pueblos”, añade el Director de las POM.
La celebración eucarística de la Jornada Mundial de las Misiones de este año, es “es un momento propicio para hacernos parte de la misión de la Iglesia con nuestra oración, con nuestra ofrenda y nuestro sacrificio”, y también para poner en práctica las enseñanzas del Santo Padre Benedicto XVI quien subraya que “la misión Ad gentes debe constituir la prioridad de sus planes pastorales”. La segunda parte del documento se refiere al Mensaje del Santo Padre para la Jornada Misionera 2009, para así “animar el espíritu misionero en nuestras parroquias y comunidades eclesiales y, a la vez, recordar el compromiso con nuestros hermanos y hermanas misioneros que cuentan con nuestra oración y ayuda financiera”. El texto concluye con una invitación “ a todos los pastores, a motivar la oración, el desprendimiento y la ofrenda como un acto amor y compromiso con la labor misionera de la Iglesia”. (GT) (Agencia Fides 9/10/2009; líneas 27 palabras 409)

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