Por iniciativa de los Formadores del Seminario Menor, los Heraldos del Evangelio fueron invitados para solemnizar la jornada vocacional, iniciándose una Procesión con el Santísimo Sacramento, la cual fue acompañada por músicas eucarísticas tocadas por los Heraldos.
Después de la Adoración, el Arzobispo de Santo Domingo, se dirigió a los jóvenes allí reunidos.