Como ya es una tradición, durante la Cuaresma, los Heraldos del Evangelio de República Dominicana vamos en peregrinación a la Virgen de la Altagracia, a su Basílica en la ciudad de Higüey.
En esta oportunidad fueron necesarios nueve autobuses para llegar más de 450 peregrinos hasta el Santuario de la Protectora de República Dominicana, la que estaba supremamente acogedora y maternal. La asistencia de la Virgen fue especialmente notable por la integración de todos: grandes y pequeños, así como muchos jóvenes entusiastas y sus familias.
“Se sentía la presencia de la Virgen María de comienzo a fin” decía una de las participantes. Otra peregrina agregaba “Qué banquete el que hemos recibido, sobre todo en la bella Eucaristía, tan recogida y ordenada; cantada, además, de modo tan maravilloso por el coro de los Heraldos”.
Una niña de 10 años, que iba con su familia, decía: “Por qué nos tenemos que volver tan pronto?” Pues estaba – como muchos niños, deseosa de continuar en el ambiente de tanta bendición.
“Lo que más me gustó fue la Misa tan Solemne, desde su entrada” comentaba otro peregrino.
La Eucaristía fue celebrada por el P. Juan Pablo Merizalde, EP., el cual aprovechó la oportunidad para consagrar a la Virgen todos los proyectos de evangelización que los Heraldos del Evangelio llevan a cabo en Republica Dominicana.