Ciudad del Vaticano (Miércoles, 29-04-2009, Gaudium Press) San Germano, según Benedicto XVI, fue el hombre que dio inicio a la cultura católica de representación de imágenes sacras. Y es por ese motivo que el monje fue el tema de la catequesis del Papa de la audiencia general de la semana, realizada hoy por la mañana, en la Plaza de San Pedro. Cerca de 40 mil personas oyeron a Benedicto XVI.
El discurso sobre el Patriarca de Constantinopla da seguimiento a la serie de presentaciones de antiguos teólogos y de figuras eminentes de la historia de la Iglesia Católica que Benedicto XVI viene haciendo hace algunos meses, especialmente durante las audiencias generales.
El Papa explicó que Germano fue un Patriarca de Constantinopla, conocido sobre todo por defender la devoción por los íconos e imágenes sagradas. En la época, relató el Santo Padre, Germano enfrentó una dura campaña iconoclasta – contra esa forma de adoración – del Emperador de Bizancio, que pretendía destruir todas las figuras. Como no consiguió evitar el daño, Germano se vio forzado a desistir, y optó por la reclusión en un monasterio, donde permaneció hasta morir en el completo olvido.
De acuerdo con Benedicto XVI, su nombre sólo fue recordado más tarde, en el Segundo Concilio de Niceia, en el año 787, donde ganó gran destaque y en el cual fueron reconocidas sus conquistas. El concilio ratificó la tradición de venerar imágenes.
“Germano es recordado también por su atención al respecto de la retórica durante un discurso, como es característico en la tradición bizantina, convencido de que la belleza de los himnos, composiciones poéticas y homilías es tan importante en la liturgia cuanto la belleza de los lugares en que se celebra”, agregó Benedicto XVI.
Para el Papa, el mensaje de Germano es claro: “Aunque el pecado y la suciedad nos obscurezcan la cara, la fe debe ayudarnos a ver la presencia de Dios en la Iglesia y en cada persona”.
“Hay una cierta visibilidad de Dios en el mundo, en la Iglesia, que debemos aprender a percibir. Dios creó al hombre a su imagen. Pero esta imagen fue cubierta por la enorme suciedad del pecado, y por causa de eso Dios casi no trasparecían más. Las santas imágenes nos enseñan a ver a Dios en la representación de la Cara de Cristo. Después la encarnación del Hijo de Dios, se tornó posible ver a Dios en las imágenes de Cristo y también en la cara de los santos, en la cara de todos los hombres en los cuales resplandece la santidad de Dios”, dijo Benedicto XVI.
Al final, saludó a los fieles en diversas lenguas, entre las cuales el portugués:
“Amados peregrinos de lengua portuguesa, un saludo afectuoso para todos, especialmente para los grupos de Brasil y de Portugal! Que vuestra amorosa adhesión a Cristo y a Su Iglesia se robustezca yal profesar la fe en estos lugares santificados por el testimonio de los Apóstoles Pedro y Pablo, que sirvieron a Cristo y amaron a la Iglesia hasta el martirio. A todos sirva de estímulo y confort la Bendición que les doy, a vuestros familiares y comunidades eclesiales”.